Vivir

Vivir sin vivir es fácil.

No hay esfuerzo en dejarse ir, en

abandonarse a la suerte y al viento.

No hay resistencia a las olas, ni el menor

movimiento.

Vivir sin vivir es vivir a medias, 

con la puerta entreabierta para que pase, tímida,

un poco de luz del pasillo.

Es morar en las sombras y quejarte de 

ellas.

Lo difícil es vivir viviendo, prender lumbre,

avivar fuego, empujar la carga y despegar 

del suelo.

Vivir viviendo, eso sí es un reto.

Mientras te espero

​Te soñábamos despiertos,

te veíamos, te olíamos, te tocábamos,

existías en nuestros anhelos,

respirabas aún sin hacerlo.

Imaginábamos que llegabas para cambiar nuestro universo,

y queríamos que el tiempo pasara hacia adelante,

rápido, hasta llegar a ese momento.

Me tocaba la barriga creyendo en la magia,

y me preguntaba si algún día estarías ahí,

moviéndote, sintiéndome, escuchando como te hablábamos.

Y, de repente, ya no eres un sueño.

Existes aquí dentro, siendo uno conmigo.

Y ya no tengo que imaginarte, porque te siento, 

porque estás aquí junto a mí en cada paso que doy.

Y por fin el tiempo ha llegado al momento justo, 

en el que dejas de ser una idea,

en el que te hablo y te mueves, 

en el que escuchamos tus latidos, 

en el que hemos podido ver tu carita mientras aún sigues fundido conmigo.

Ahora contamos los días para que los llenes con nosotros.

Y te escribo esto mientras danzas en mi vientre,

mientras sonrío,

mientras te espero.

Para María y Sergio en su 'Fiesta del Amor'

Supongo que no lo supe al verte, ni al escucharte,

pero lo supe al sentirte. Eras y soy, sin más, como

un todo completado por las partes, como un eco de

dos voces que han estallado a la vez.

Supongo que siempre estuviste y siempre estuve,

y que el tiempo nos ha puesto aquí y ahora, en el

ayer y en el para siempre.

Y supongo que te conocía sin conocerte, que te esperaba

sin saberlo, que te soñé alguna vez que ni recuerdo.

Pero aquí estamos, sin suponernos, llenando los días de

memoria, uniendo caminos paralelos, celebrando que

te quiero más que ayer y que este amor va in crescendo.

Supongo, por suponer, que nada cambia y todo lo hace,

que la aventura se nos va a hacer corta de tanto usarla,

y disfrutarla.

Agárrate y supón conmigo, fúndete amor, amante, amigo,

continuemos el viaje que ya emprendimos, suponiendo

como supusimos que algo que ver en este amor

tuvo el destino.

​

No hay más..

No hay más vida que la vida que vivo junto a ti, 

ni más aire que el aire que juntos respiramos, 

ni más tiempo ni más espacio que el que ocupamos en esta cama, 

ni más tarde ni más temprano que cuando nos encontramos.

No hay más nubes que las que creamos, 

ni más sombras que las que proyectamos, 

ni más lágrimas que las que derramamos.

No hay más huellas que las que nosotros dejamos, 

ni más sonrisas que las que regalamos, 

y no hay más amor cariño, no hay más amor en el mundo 

 que el que tú y yo nos profesamos.

Corre.
Huye.
Vuela.
Sé libre.
Nunca más habrá un hoy como el de este día.
Nunca un instante se repite.

Ansiedad

Ha anidado en mi cabeza un pájaro de alas dañinas.

Revolotea ansioso y cría, en mi mente, golondrinas.

Ellas vuelan sin descanso, me atormentan, me persiguen,

alborotan mi pensamiento, me dan la razón, me contradicen.

Han venido a mi cabeza recuerdos del pasado,

aquel que siempre anhela un corazón esperanzado.

Cuando todo era sencillo, cuando la mente dormía

y era el alma la que andaba y curiosa, aprendía.

La madurez trae consigo alas y también te encadena, 

lo mismo te sientes libre que cumples condena.

Aprendí a volar de niña, y ahora mantengo mis pies en tierra.

Ójala puediera alzar el vuelo como cuando era pequeña.

 

No quiero dejar que aniden pájaros en mi cabeza,

no quiero que me arrebaten mi frágil entereza.

Yo quiero unirme a ellos, formar parte de su bandada,

y volar, amar, crecer y vivir por siempre ilusionada.

¿Qué sabré yo del amor?
Si nunca mi sentir completa.
¿Qué sabré yo del amor?
Si siempre camino a ciegas.
¿Qué sabré de la pertenencia, del sentirse recogido,
de la ilusión, de la inocencia, de lo aún desconocido?
Si parezco la tristeza vestida de esperanza,
deseando encontrar en un beso lo que vive en la distancia.
¿Qué sabré yo del amor?
Si se esconde, me rehuye.
¿Qué sabré yo del amor?
Si el amor mi amor destruye.
¿Qué sabré yo del amor?
Pobre, siempre enamorada
¿Qué sabré yo del amor?
Del amor yo no se nada.