Desde Ibiza - Nov 2006

Voy a probar a unir palabras desde tus verdes y tus azules,

desde este rincón envuelto en tu dulce olor a sal.

Voy a intentar respirarte, saberte mía,

sentirte quieta bajo mis pies cansados de caminar lejos de ti.

Voy a cerrar los ojos bajo tu cielo

y a sentir tu brisa agitando mi pelo, y tu mano,

la de una madre,acariciando todos mis sentidos.

Voy a imaginar que el tiempo se detiene

y que yo me quedo quieta,

que de repente mis brazos son ramas y formo parte de ti.

Voy a soñar que mi yo existe en ti,

que hay un parte de tu esencia en mi sonrisa y en mi mirada.

Y voy a probar a unir palabras,

frases sentidas que quieren latir,

solo para decir que después de tanto tiempo,

hoy, estoy de nuevo en casa.

A Jaime Gil de Biedma

"Yo creía que quería ser poeta,
pero en el fondo quería ser poema"

Jaime Gil de Biedma

Soy poeta y no lo lloro, pero,

en el fondo de un abismo de ilusiones,
de una mente soñadora y algo cansada de vagar,

siempre me hubiera gustado ser poema,

claro está,

por ti escrito.

La mota de polvo

Absorta, sola y triste,

la mota de polvo que cubre mis días,

dormida,

espera el paso del tiempo.

Llora y ríe

y camina.

Por pies tiene el destino

y mi vida es su única bandera.

Muere igual que vive, sola.

Y desaparece con los días que antaño cubría,

absortos, solos y tristes.

Divagaciones 2

Como en aquel cuadro que siempre miro

y admiro,
de entre las sombras,
un soplo de luz que siempre tiene cabida en tu sonrisa.

Como en esa estación de foto antigua,
trenes a ninguna parte,

grandes ventanales alumbran
[a unos pocos]

Al paso lento de los que caminan entre penumbras
de un sueño en tristeza envuelto,
poco trecho les queda para llegar a la luz.

Como en aquel cuadro que siempre miro

y admiro,
tus ojos me miran

y admiran,
desde una fotografía, mi vida,
algo borrosa.

Sin título-2009

Fue anoche que entre tinieblas,

sombras nocturnas de formas curiosas,

descubrí ávidos tus ojos.

Y fue entonces, mientras soñaba,

que sentí el calor de un beso

y el placer de un abrazo.

Fue anoche que en tu recuerdo,

las horas pasaron despacio

y pude sentir de nuevo.

Y cuando el mundo aún dormía

y yo curiosa te miraba,

fue entonces cuando supe

que sin quererte amar, te amaba.

Aquí y ahora

Aquí es dónde se paran mis pasos,

reflexivos, ahogados,

pasos que cesan el movimiento de mis pies

y aceleran el de mi alma.

Ahora es cuando mi espíritu busca de nuevo un lugar

dónde el hastío no vuelva a perseguir mi quietud

y a remover mis intenciones.

Aquí y ahora es dónde mi yo desconocido

retoma a pulmón la vida amarga

y la convierte en oportunidad

y también, en poesía.