Aquí es dónde se paran mis pasos,
reflexivos, ahogados,
pasos que cesan el movimiento de mis pies
y aceleran el de mi alma.
Ahora es cuando mi espíritu busca de nuevo un lugar
dónde el hastío no vuelva a perseguir mi quietud
y a remover mis intenciones.
Aquí y ahora es dónde mi yo desconocido
retoma a pulmón la vida amarga
y la convierte en oportunidad
y también, en poesía.
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