este amor que me devora por dentro,
esta frágil razón pobre y perdida,
esta voz que más que voz es un lamento.
Estas ganas de gritar: no hay despedida,
este horror de imaginar noches despierto,
estas ganas de abrazarte aquí dormida,
este dolor de no tenerte sino muerto.
Esta pobre soledad incontrolada,
esta mañana triste y aburrida,
esta pregunta de si estás enamorada
y esa respuesta como siempre enmudecida.
Este deseo de pertenecer a tu almohada,
estas ganas de sentir lo que no siento,
este anhelo de vivir junto a tu cama,
este sueño de soñar que ya no sueño.
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